Entradas populares

Saturday, November 12, 2011

LA GENIAL LOCURA DE ZAMENHOF

LA GENIAL LOCURA DE ZAMENHOF

Luis Jorge Santos Morales

Profesor de inglés en Bogotá Colombia.

Cuando a Zamenhof se le ocurrió inventar un idioma, los amigos de la familia aconsejaron a su padre que lo sometiera el cuidado de algún médico, pues daba pena ver esos síntomas de locura en una persona tan joven.. pero cuando un loco llega a tener éxito nos vemos en la obligación de llamarle genio; y este fue el caso de Zamenhof.

A finales del siglo pasado su patria chica, Byalistok, parecía más el bíblico pueblo de Senaar de Babilonia que la capital de una provincia polaca: habitaban allí judíos, lituanos, latvios, alemanes y polacos en un ambiente de constante discordia y desconocimiento mutuo, mientras las calles de la ciudad eran patrulladas por gendarmes rusos que siempre sindicaban de infractores y en no pocos casos arrestaban a quienes no sabía hablar ruso.

Para Zamenhof aquella fue una situación reveladora de lo que había de ser el mundo encogerse las distancias. ¡cuán diferente hubiera sido la suerte de su patria si todos hubieran podido usar una lengua común! ¿Acaso no había un idioma que todos quisieran y pudieran aprender fácilmente? Desgraciadamente, no.

Pero las limitaciones de la naturaleza son siempre un mudo desafío al ingenio del hombre: si tal idioma no existía, él trataría de desarrollarlo. Dante había unificado lingüísticamente a la península italiana al escribir su obra de tal manera que los hablantes de todos los dialectos pudieran entender fácilmente.

CON LATÍN Y GRIEGO

La gran cantidad de vocablos derivados del griego y el latín, que se había filtrado en todos los idiomas europeos, presentaba un elemento común que serviría de punto de partida. Zamenhof observó, además, que cada idioma nacional estaba caracterizado por alguna cualidad especial, pero no había uno solo que las reuniera todas. El idioma ideal debería tener sistemas de pronunciación y escritura equivalentes; los sonidos deberían ser los más universales; su estructura, la conjugación de los verbos y el sistema de formación de derivados, deberían ser perfectamente regulares y basados en una lógica común. Por otra parte, dicha lengua debería ser de fácil evolución, agradable al oído y asimilable por todos los pueblos.

Hoy, el cabo de 100 años de haberse publicado el primer texto de la Lengua Internacional, los esperantistas no tenemos dudas respecto al acierto de Zamenhof, pues a pesar del escepticismo por parte de los mal informados, de los snobs de la poliglotía y de los chauvinistas de todos los tiempos, el esperanto ya ha echado raíces muy fuertes y profundas en los cincos continentes y todo hace pensar que su divulgación será cada vez más acelerada, gracias a las comunicaciones modernas, a los sistemas de enseñanza más ágiles y a que la gente ya está empezando a ver sus ventajas sobre las lenguas nacionales.

El esperanto es, ni más ni menos, lo que Descartes preconcebía como el idioma ideal que auxiliaría a la razón presentándole todas las cosas de manera tan clara y precisa, que nos sería casi imposible errar. En otras palabras, es el único idioma que permite expresar íntegros y cada uno de los matices del pensamiento humano, sin ambigüedades. Por su regularidad es importante de todo es que el esperanto no supone imposiciones nacionalistas o ideológicas de ninguna especie. Este carácter neutral es, sin duda, una enorme ventaja en el mundo actual, donde cada uno de los países grandes quiere un mundo a su manera, y los países chicos luchan por el respeto a su cultura.

La Asociación Universal de Esperanto, con sede en Rotterdam, Holanda, y miembro consultivo de la Unesco. Ha sido encargada de divulgar el Idioma Internacional y, ciertamente, ha logrado ir bastante lejos. Los congresos anuales de Esperantistas se distinguen porque son realmente las únicas convenciones de carácter universal en las que sus participantes, hablantes nativos de las más diversas lenguas, pueden debatir de tú a tú como si vivieran en un mundo que jamás hubiera conocido la maldición de la Torre de Babel.

Ojalá todos los organismos que periódicamente sostienen reuniones a nivel mundial pudiera darse el lujo de prescindir de la habitual tropilla de traductores e intérpretes, como lo han podido hacer los esperantistas durante (muchos) años consecutivos.

EL FENÓMENO SOCIAL

Aquellos que hayan deambulado por las calles de alguna ciudad en el exterior con un conocimiento limitado del inglés, sin un intérprete a la mano, y la mayoría de las veces haciendo el tristísimo papel de sordomudos, ya no pueden aceptar la creencia dogmática de la universalidad del inglés, y si podrán apreciar fácilmente la realidad de las estadísticas: Sólo un 12 por ciento de la población del mundo habla inglés, como lengua nativo o extranjera.

Constantemente suceden eventos como los Juegos Olímpicos, el Campeonato Mundial de Fútbol, los Juegos Panamericanos, los Concilios de la Iglesia, los Jamborees Souts, los Festivales de la Canción, los Congresos Médicos, los seminarios profesionales o las simples excursiones turísticas, donde las limitaciones, los malentendidos y las frustraciones se hacen evidentes y nos siguen recordando que debemos buscar una pronta solución al problema de la poliglotía. Es posible que también ustedes estén de acuerdo con la idea original de Zamenhof: ¿Por qué no enseñar el Esperanto como asignatura regular en todas las escuelas del mundo? Así, en una sola generación se habría resuelto uno de los más grandes problemas de la humanidad actual.

Sabemos que en el mundo hay pocos menos de 200 países, mientras podemos contar cerca de 4.000 grupos lingüísticos diferentes. Es decir, que ni las diversas ideologías, ni las diferencias étnicas, ni las barreras políticas han fracasado tanto a nuestro pequeño planeta, como la multitud de idiomas existentes.

A pesar de los prejuicios que normalmente puede originar el epíteto de un idioma de laboratorio, el esperanto es el idioma más moderno del mundo y lo mismo que el inglés, el francés o el español y todas las lenguas literarias cultivadas, ha sido producto consciente del pensamiento del hombre y es ya un verdadero fenómeno social.

Fuente: Universo, Boletín bimestral de la Asociación Cubana de Esperanto (KEA), Nº 11, año 3, enero-febrero 199, páginas 1 y 4.

No comments: